El 5 de diciembre de 1872, el vigía de la nave británica Dei Gratia avisto un barco que parecía tener problemas. Tres tripulantes bajaron la chalupa del Dei Gratia y remaron hasta el barco en peligro para ofrecerle ayuda. Treparon por la barandilla y llegaron a la cubierta; salvo por el sonido del viento en las velas y el inquietante crujido del maderamen, no se oía nada. Los marineros registraron el barco desde los mástiles hasta la bodega y lo encontraron en excelentes condiciones, pero no había ni un alma a bordo.
La desaparición de la tripulación de este barco es el elemento central de la larga historia de desgracias del Mary Celeste.
Entonces asumió el mando un tal John Nutting Parker, quien capitaneó el primer viaje del Amazon, pero el barco tropezó con una encañizada de pesca cerca de Maine, sufrió daños en el casco y tuvo que volver a los astilleros para ser reparado.
El Amazon cruzó por primera vez el Atlántico sin problemas, hasta que llegó al estrecho de Dover y choco con un bergantín.
Fue sacado de las rocas y reparado, pero parece que fue vendido varias veces. Varios de sus propietarios quebraron y ninguno de ellos obtuvo beneficios de su contacto con el barco.
El nuevo capitán del Mary Celeste era un severo puritano de Nueva Inglaterra llamado Benjamin Spooner Briggs. Había nacido en Wareham, Massachusetts, el 24 de abril de 1835, y era el segundo de los cincos hijos del capitán Nathan Briggs y de su esposa Sophia.
Era una familia de navegantes; además de su padre, sus cuatro hermanos también se hicieron marinos. Dos de ellos llegaron a ser patronos muy jóvenes; uno era Benjamin, quien ya había sido capitán de la goleta Forest King, la bricbarca Arthur y el bergantín Sea Foam.
En años posteriores, muchos autores lo describieron como débil e ineficaz, un hombre cuyas creencias religiosas se habían transformado en una especie de perversión o manía, que había convertido su estricta abstinencia del alcohol -no lo admitía en su barco sino como carga- en algo parecido a una moral fanática.
Le describían como poseedor de "un carácter cristiano" y como un capitán "inteligente y activo". También era accionista del Mary Celeste.
También se embarcaron hacia lo desconocido la mujer del capitán Briggs, Sarah Elizabeth, hija del predicador de la iglesia Congregacionalista de Marion, Massachusetts, y su hija Sophia Matilda, de dos años. Su hijo mayor, Arthur Stanley, fue el único miembro de la familia que se quedó en casa.
A última hora del sábado 2 de noviembre de 1872 la tripulación subió a bordo y aseguró la carga. El barco transportaba 1.701 barriles de alcohol desnaturalizado, que eran enviados por Meissner Ackerman & Co., comerciantes de Nueva York, a H. Mascerenhas & Co. de Génova, Italia.
A primera hora del 5 de noviembre el barco piloto de Sandy Hook remolcó al Mary Celeste desde el muelle 44 hasta la bahía de Staten Island, Nueva York.
Pero aunque el Mary Celeste realizaría aún muchos viajes, esa fue la última vez que alguien vio a aquella tripulación.
El 15 de noviembre de 1872, ocho días después de que el Mary Celeste zarpara de Nueva York, el Dei Gratia salió con una carga de kerosene rumbo a Gibraltar.
Wife Sarah & Son Arthu
El 5 de diciembre, poco antes de la 1 del mediodía, un miembro de la tripulación del Dei Gratia, John Johnson, que estaba al timón, avistó un barco a unos 8 km a estribor.
A causa del mal estado de las velas y de su ligero "bostezo" (escora), llamó al segundo oficial, John Wright, y juntos fueron a buscar al capitán Morehouse.
A las tres de la tarde, cuando se hallaban a menos de 400 m del barco misterioso, el capitán Morehouse llamó varias veces pero, al no obtener respuesta, decidió enviar algunos hombres a investigar.
Para abreviar: el Mary Celeste estaba en mejores condiciones que muchos de los barcos que cruzaban regularmente el Atlántico. Y, aparte de algunos signos que indicaban que el barco había soportado recientemente una tormenta, resultaba inexplicable que su tripulación lo hubiese abandonado.
En el barco no se encontraron el cronómetro, el sextante, el libro de navegación y una pequeña yola o bote que había estado amarrada a la escotilla principal.
A Deveau y a dos marineros, Augustus Anderson y Charles Lund, sólo les llevó dos días poner en orden al Mary Celeste, y después los dos barcos pusieron rumbo a Gibraltar. El Dei Gratia llegó el 12 de diciembre y el Mary Celeste a la mañana siguiente. Dos horas después de echar el ancla el Mary Celeste fue arrestado por Thomas J. Vecchio, de la Corte del Vice Almirantazgo.
El fiscal general de Gibraltar y abogado general de la Reina en su oficina de Almirantazgo era un burócrata excitable, arrogante y pomposo, llamado Frederick Solly Flood; consideró que el abandono del Mary Celeste sólo podía explicarse como resultado de asesinato y piratería. Sin la intervención de Solly Flood, el misterio del Mary Celeste seguramente se habría desvanecido en el olvido, pero sus acusaciones en las audiencias de la corte del Vice Almirantazgo atrajeron la atención del mundo.
Oliver Deveau, quién recogió al Mary Celeste y lo llevó a Gibraltar.
Primero, Flood acusó a la tripulación -ausente- del Mary Celeste de haber obtenido acceso al cargamento de alcohol y haber matado al capitán Briggs, a su mujer, a su hijita y al primer oficial Richardson en una furia alcohólica. Es una teoría que fue propuesta muchas veces desde entonces, una vez por William A. Richard, secretario del Tesoro de los Estados Unidos, en una carta abierta publicada en la primera página del New York Times en 1873. Pero la carga era de alcohol desnaturalizado que, de ser bebido, hubiera provocado dolores agudos a los bebedores mucho antes de que pudieran emborracharse.
Culpable hasta que se demuestre lo contrarioSu tercera sugerencia fue que el capitán Morehouse y la tripulación del Dei Gratia habían abordado al Mary Celeste y asesinado a todos los que estaban a bordo. Flood se esforzó por que el tribunal aceptara esto, pero lo único que logró fue crear una atmósfera de desconfianza en la que Morehouse y su tripulación eran considerados culpables hasta que pudieran demostrar su inocencia. Afortunadamente, la corte del Vice-Almirantazgo denuncio un abuso tan flagrante de la ley y limpió a Morehouse y a sus hombres de toda sospecha. Les concedieron una recompensa por el rescate que ascendió a 1.700 libras. Mucha gente opinó que debiera haber sido dos o tres veces mayor.
El Mary Celeste fue devuelto a James H. Winchester, y bajo el mando del capitán George W. Blatchford continuó su viaje hasta Génova, donde finalmente entregó su carga. Entonces, Winchester lo vendió -se dijo que con una considerable pérdida- y a lo largo de los 12 años siguientes el barco cambió de manos no menos de 17 veces. Ninguno de sus propietarios dijo nunca una buena palabra de él. Anduvo dando bandazos por la costa de los Estados Unidos, perdiendo cargamentos, velas y marineros, encallando e incendiándose con increíble regularidad.
Oliver Deveau, quién recogió al Mary Celeste y lo llevó a Gibraltar.
Copy of a letter written on board brig "Mary Celeste" the Sunday before she sailed on her fateful voyage. ( From Capt. Benjamin S. Briggs to his mother) | New York, Nov. 3d, 1872 My dear Mother: Its been a long time since I have written you a letter and I should like to give you a real interesting one but I hardly know what to say except that I am well and the rest of us ditto, It is such a long time since I composed other than business epistles. It seems to me to have been a great while since I left home, but it is only over two weeks but in that time my mind has been filled with business cares and I am again launched away into the busy whirl of business life from which I have so long been laid aside. For a few days it was tedious, perplexing, and very tiresome but now I have got fairly settled down to it and it sets lightly and seems to run more smoothly and my appetite keeps good and I hope I shan't lose any flesh. It seems real homelike since Sarah and Sophia got here, and we enjoy our little quarters. On Thurs. we had a call from Willis and his wife. Took Sophia and went with them on a ride up to Central Park. Sophia behaved splendid and seem to enjoy the ride as much as any of us. It is the only time they have been away from the vessel. On account of the horse disease the horse cars have not been running on this side of the city, so we have not been able to go and make any calls as we were so far away from anyone to go on foot and to hire a private carriage would at least $10.00 a trip which we didn't feel able to pay and we couldn't carry Sophia and walk a mile or two which we should have had to do to get a ferry for Ivamacs(?) or E-port. It has been very confining for S. but when we get back I hope we can make up for it. We seem to have a very good mate and steward and I hope I shall have a pleasant voyage. We both have missed Arthur and I believe we should have sent for him if I could of thought of a good place to stow him away. Sophia calls for him occasionally and wants to see him in the Album which by the way is a favorite book of hers. She knows your picture in both albums and points and says Gamma Bis, She seems real smart, has gotten over her bad cold she had when she came and has a first rate appetite for hash and bread and butter. I think the voyage will do her lots of good. We enjoy our melodeon and have some good sings. I was in hopes that Oli might get in before I left but I'm afraid not now. We finished loading last night and shall leave on Tuesday morning if we don't get off tomorrow night, the Lord willing. Our vessel is in beautiful trim and I hope we shal have a fine passage but I have never been in her before and cant say how she'll sail. Shall want to write us in about 20 days to Genoa, care of Am. Consul and about 20 days after to Messina care of Am. Consul who will forward it to us if we don't go there. I wrote to James to pay you and A's board and rent. If he forgets call on hom also for any money that may be necessary for clothes. Please get Eben to see his skates are all right and the holes in his new thick boot heels. I hope he'll keep well as I think if he does he'll be some help as well as company for you. Love to Hannah. Sophie calls Aunt Hannah often. I wish I had a picture so she could remember the countenance as well as the name. Hoping to be with you in the spring with much love |
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